Las galletas de arroz contienen muy baja cantidad de grasas y azúcares. Aportan proteínas, hidratos de carbono, hierro, fósforo, vitamina b y calcio, y lo mejor es que producen mucha saciedad. Con una unidad se te va el hambre, sobre todo si la untas con queso blanco descremado o mermelada light.
Las galletas de arroz no contienen gluten, por lo que son aptas para personas con celiaquía. Además, son de fácil digestión y son ideales para consumir durante el desayuno.
También podemos hacer pequeñas pizzas utilizando como base el disco de arroz inflado salado. Le pones una cucharada de salsa de tomate liviana y queso cremoso descremado. Tres miuntos de horno y lista para comer. Lo mismo puedes hacer con una rebanada de pan lactal light.
Actualmente, también se están comercializando golosinas hechas a bases de arroz inflado. La más conocida es el alfajor hecho con dos tapas de arroz, una pinceleda de dulce en el interior y un baño ligero de chocolate. Para darse un gusto de vez en cuando vale la pena.
El arroz inflado también puedes comprarlo suelto, a modo de cereal, y mezclarlo en la leche o el yogur para otorgarle más saciedad y nutrientes.
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